La norma NAG-226, para el proceso de inspección de una instalación interna existente a la que se le ha interrumpido el suministro, permite utilizar el medidor del cliente como elemento para verificar la estanquidad de la instalación. Esto requiere de algunos conocimientos específicos para que la operación sea realizada con eficacia y poder así verificar la hermeticidad de la instalación.
La normativa vigente determina la existencia de determinados caudales que debemos tener en cuenta. Estos son, el caudal de arranque, el caudal mínimo y el caudal máximo.
En la figura 2 podemos ver estos caudales tal cual lo muestra la figura 1 de la IRAM 2717.
Figura 2
Puede observarse, entonces, que existe un caudal (de arranque) por debajo del cual el medidor no marca. Si este caudal es muy alto dado el calibre del medidor, no podremos realizar una prueba de hermeticidad segura.
A esto debemos agregar que los medidores que están en funcionamiento pueden presentar defectos que los hacen no aptos para su uno en una prueba de hermeticidad.
Por lo tanto, se deben tomar precauciones para asegurarnos que la prueba de hermeticidad sea segura.